El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es causado por la infección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). De acuerdo con datos recientes en nuestro país, se estima que aproximadamente se infectan 12,000 personas al año por esta enfermedad y 1 de cada 3 pacientes no lo sabe.
Ésta es una de las enfermedades sobre la cual más se ha investigado en las últimas tres décadas, lo que ha dado la oportunidad de tener mejores tratamientos y ha aumentado la sobrevida de los pacientes, pasando a ser considerada de una enfermedad mortal a una enfermedad crónica.
Muchos de los pacientes que se encuentran infectados con VIH al estar controlados y saber que su sobrevida puede ser larga, se plantean la posibilidad de tener hijos. Esto ha representado un gran reto para la ciencia pues una de las formas de transmisión del VIH es de manera (en el embarazo, de la madre hacia el bebé). Ésta última es de suma importancia, porque tiene una probabilidad del 15 al 30 por ciento y se puede dar en tres momentos: el embarazo, el parto o la lactancia.
Actualmente con los avances existentes en relación con los tratamientos se puede buscar un embarazo. Cuando la mujer es portadora de la infección y se embaraza, lo ideal es mantener la cargas virales (cantidad de virus en sangre) indetectables. La probabilidad de contagio es muy baja si la paciente toma terapia antiretroviral y con la realización de una cesárea.
Cuando el hombre es el portador de la infección, aparte del manejo con medicamentos se puede realizar una técnica llamada “lavado seminal” que consiste en limpiar una muestra de semen del varón en el laboratorio de andrología. Esto disminuye la posibilidad prácticamente a cero la posibilidad de infección tanto a la madre como al bebé.
La posibilidad de tener infección por VIH existe prácticamente en toda la población sexualmente activa, por lo cual es recomendable realizarse al menos una vez al año la prueba o si se desea embarazo antes de buscarlo.
Ésta es una de las enfermedades sobre la cual más se ha investigado en las últimas tres décadas, lo que ha dado la oportunidad de tener mejores tratamientos y ha aumentado la sobrevida de los pacientes, pasando a ser considerada de una enfermedad mortal a una enfermedad crónica.
Muchos de los pacientes que se encuentran infectados con VIH al estar controlados y saber que su sobrevida puede ser larga, se plantean la posibilidad de tener hijos. Esto ha representado un gran reto para la ciencia pues una de las formas de transmisión del VIH es de manera (en el embarazo, de la madre hacia el bebé). Ésta última es de suma importancia, porque tiene una probabilidad del 15 al 30 por ciento y se puede dar en tres momentos: el embarazo, el parto o la lactancia.
Actualmente con los avances existentes en relación con los tratamientos se puede buscar un embarazo. Cuando la mujer es portadora de la infección y se embaraza, lo ideal es mantener la cargas virales (cantidad de virus en sangre) indetectables. La probabilidad de contagio es muy baja si la paciente toma terapia antiretroviral y con la realización de una cesárea.
Cuando el hombre es el portador de la infección, aparte del manejo con medicamentos se puede realizar una técnica llamada “lavado seminal” que consiste en limpiar una muestra de semen del varón en el laboratorio de andrología. Esto disminuye la posibilidad prácticamente a cero la posibilidad de infección tanto a la madre como al bebé.
La posibilidad de tener infección por VIH existe prácticamente en toda la población sexualmente activa, por lo cual es recomendable realizarse al menos una vez al año la prueba o si se desea embarazo antes de buscarlo.